Relojes Ebel
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Los arquitectos del tiempo llevan relojes Ebel
¿Existe algo más valioso que el tiempo? Siempre decimos que se nos escapa de las manos, que el torbellino de la era digital nos ha absorbido tanto que somos incapaces de ver lo rápido que pasan los minutos entre las manecillas del reloj o que vivimos entre rígidos horarios que no nos permiten disfrutar de los días como queremos.
Sin embargo, para algunos el concepto que guardan sobre las horas y las semanas es muy diferente al nuestro: para ellos el tiempo es un espacio para hacer algo importante, no para que pase rápido. Son los llamados arquitectos del tiempo y su historia se remonta al origen de la creación de los relojes Ebel.
Relojes Ebel para mujer
En un mundo donde domina la inmediatez y el consumo masivo de contenidos digitales así como de productos tecnológicos, se hace necesario (más que nunca) hacer un alto en el camino para apreciar de verdad el maravilloso catálogo de relojes suizos que nos ofrece Ebel para las mujeres.
Como decía Ephraim Grinberg, viejo admirador de la marca, la vuelta a lo visual y las formas a veces se hace esencial para retomar ese reconocimiento y esa personalidad que tanto caracterizaba a la marca.
Y es quizá por eso por lo que gustan y nos gustan tanto, porque apuesta por la precisión de sus calibres sin renunciar al diseño y a la sofisticación de llevar un buen reloj. Porque al final este refleja parte de la personalidad de uno mismo: cosmopolita, inconfundible, único y perpetuo.
Relojes Ebel para hombre
Lo mismo sucede con su catálogo de relojes suizos Ebel para los hombres. Resistentes, elegantes, precisos e imperecederos. Una pieza de fondo de armario que te acompaña en todo momento independientemente de donde te encuentres en ese momento.
El precio inicial de un reloj suizo Ebel puede que no sea apto para todos los bolsillos, aunque sabiendo toda la historia que hay detrás de cada pieza y que es un accesorio que te acompañará toda la vida, quizá es momento de volver a escoger la calidad por encima de la cantidad.
Nos quedamos con lo más bonito de todo esto que te hemos contado y es que Ebel brinda la posibilidad de jugar con la arquitectura de tu tiempo para que sea tuyo y de nadie más.
Historia de los relojes Ebel
En 1911 nace la marca de relojes suizos Ebel de la mano de Eugène Blum y Alice Lévy. Pioneros en la industria relojera y visionarios adelantados a su tiempo (nunca mejor dicho), iniciaron su actividad empresarial elaborando guardatiempos para las mujeres más sofisticadas y relojes de bolsillo para los caballeros más distinguidos. Pronto sus extraordinarios relojes de pulsera, tan impecables y tan precisos, formarían parte de su legado.
Dicen que la experiencia es un grado, pero para ellos los siguientes años les sirvieron para construir y experimentar una curva de aprendizaje llena de oportunidades. A través de los diferentes relevos generacionales dentro de la familia fueron capaces de impulsar la competitividad del negocio y garantizar a su vez la fiabilidad técnica de todos los productos de su catálogo. Ebel, marca de referencia dentro de la Alta Relojería, colecciona y sigue coleccionando a día de hoy cientos de opiniones de sus clientes, todas ellas muy positivas.
